miércoles, 31 de marzo de 2010

BIENVENIDO AL NUEVO PARADIGMA FINANCIERO

Para la Asociación Civil “Brújula Ecológica” es un honor contar contigo como parte integrante de nuestra organización, es por ello que te damos la más cordial bienvenida como socio o socia al más completo y fascinante mundo de oportunidades jamás presentado en Venezuela y el mundo. Aprovechando los acelerados avances tecnológicos hemos vinculado en forma sinérgica los más de treinta años de experiencia sociopolítica y los más de quince años de experiencias del mercadeo de redes en nuestro país, para crear y establecer un nuevo enfoque en la forma de interactuar social, política y económicamente.

En nuestra sociedad de cambios impresionantes e indetenibles es fácil olvidarse de que es la gente la que hace de este mundo lo que es. Cada uno de nosotros tiene el potencial de influenciar enormemente nuestro entorno, y son las relaciones con aquellos que nos rodean lo que le da a la vida su significado mayor.

Los bienes fundamentales de la vida en sociedad son de naturaleza cooperativa. En la naturaleza el primer ejemplo lo constituyen el aire y el agua, que son, generalmente o en su mayor parte, de propiedad pública o universal: desconocer esto, dándole a estos espacios (el aire y el agua) el papel de vertedero de desechos industriales privados, ha generado una de las alarmas más grandes que enfrenta la humanidad al lado de las epidemias y las guerras.

En un terreno más social podemos mencionar la educación, pues, si bien cada quien desea para sí la mejor preparación, es no menos cierto que compartimos la necesidad de pertenecer a un pueblo educado, pues lo contrario es, incluso, ruinoso para el más egoísta de los ciudadanos, que verá disminuido su propio nivel de vida por las costumbres vulgares o imprudentes de sus conciudadanos menos instruidos. El aula misma, ha sido enfocada muchas veces desde la competencia entre los alumnos creyendo que con esto se lograrán mejores resultados, más dedicación. Estudios científicos prueban que el estrés que suscita en los jóvenes la situación de competencia interfiere negativamente en su capacidad de concentración y, en consecuencia, con todo su proceso de aprendizaje.

Otro caso no económico de competencia es el siguiente: a la hora de resolver problemas comunitarios, por ejemplo, tomar el camino de la contienda política, implica convocar un concurso entre las visiones y soluciones planteadas por los grupos organizados (en este caso los partidos) y elegir de entre ellos uno solo. En un proceso cooperativo, en cambio, la visión general es nutrida por la participación de las ideas individuales de todos los participantes, que a través del diálogo y la equidad llegarán a un acuerdo sobre la mejor forma de hacer las cosas.

Consideramos que el camino cooperativo es más sofisticado que la contienda por la representación porque exige de la comunidad una serie de pericias, cuyo desarrollo no puede sino elevar la conciencia pública y mejorar la convivencia; nos referimos exactamente a los instrumentos del diálogo y el consenso. El carácter agresivamente competitivo que ha adquirido la política en los últimos años ha transformado el significado común que la gente le asigna a esta palabra, que en un principio denotaba la capacidad y la forma en que los hombres se ponen de acuerdo para resolver las dificultades, y que “ahora” es entendida como el conjunto profesional de maniobras para atesorar la voluntad de otros.
La economía también ha sido distorsionada por la magnificación del ideal de la competencia. Encontramos en el mundo económico de hoy, que por un lado los gobiernos de los países altamente tecnificados claman por libre competencia en el mundo, y por el otro lado las grandes transnacionales provenientes de aquellos países funcionan evitando verdaderas competencias entre ellas. Un ejemplo magnífico lo encontramos en el comercio del petróleo, en el que las compañías europeas, norteamericanas y japonesas establecen estándares que permiten tener como única oposición en la fijación de los precios a la OPEP. Vemos entonces cómo los más grandes oradores de la eficiencia, a la hora de lograrla no compiten sino cooperan.

Los estudiosos que apuestan por el libre mercado y la competencia, argumentan que en esta lucha de todos contra todos se forjan las respuestas que las sociedades necesitan para sus problemas, tanto de qué se produce como del cómo se produce. En esto hay una contradicción, y es que estas respuestas que la sociedad necesita no son generadas en su seno (que son la comunidad y la familia) sino planteadas por empresarios particulares que buscan exclusivamente, su lucro personal. Pues aunque la lucha de que hablamos involucre masas de personas, por su naturaleza de contienda, de todas las soluciones posibles, deja sólo una de pie, es decir, es excluyente. La cooperación en cambio, está obligada a una racionalidad multidireccional, pues si no nos conviene a todos, ningún proceder es conveniente.

He allí entonces el porque proponemos adoptar la ecología social y el mercadeo de redes como herramientas para establecer el nuevo paradigma socio-político y económico de Venezuela en combinación sinérgica con el enorme potencial de la Internet, que como mega tendencia en el mundo globalizado de hoy, está llamada a sustituir las formas obsoletas de mercadear bienes y servicios en todo el planeta, cuyos principios, valores y fundamentos guardan estrecha relación entre sí, entre los que se destacan:
1.- Libre acceso y adhesión voluntaria.
El ingreso a la Asociación Civil “Brújula Ecológica” es completamente libre. Las personas que deseen asociarse deben hacerlo de buen agrado y por decisión propia y no bajo el efecto de coerción ni presiones externas. Nadie será excluido por su raza, condición social, credos religiosos o ideologías políticas.
2.- Preeminencia de lo colectivo sobre lo particular.
Tanto la ecología social, la Internet, como el mercadeo de redes son instrumentos de participación y trabajo colectivo que al masificarse permitirán sin duda alguna el desarrollo integral sustentable del país.
3.- El fin de ambas tendencias es el Bien Común.
El cooperativismo ecológico y las redes de mercadeo son poderosas herramientas que actuando en forma sinérgica permitirán a las comunidades y a los individuos, participar para lograr el bien común.
4.- La solidaridad es la regla en ambas tendencias.
La participación se da por el trabajo diario y continuo, por la cooperación y la solidaridad. Tanto en el cooperativismo ecológico así como en las redes de mercadeo el objetivo es el hombre. Ambas tendencias buscan desarrollar en el hombre los valores de la cooperación, de la igualdad, de la justicia, del respeto y del trabajo en equipo.

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