“La soledad y fuerte depresión física que me produjo, la terrible crisis económica, que nos sobrevino con la llegada del presente milenio, causaron que por razones de necesidad extrema, aceptara la idea de separarme de mi familia temporalmente, apoyados en la propuesta de algunos familiares de mi esposa, quienes viven en los EE.UU., con el fin de evitar una calamidad mayor en virtud de la minoridad de nuestros dos hijos (7 y 13 años respectivamente)”.
“No tuve la fuerza interior necesaria para evitar aquel inmenso dolor que me causó ver aquel avión despegarse de la pista del aeropuerto internacional “Simón Bolívar”, de Maiquetía, estado Vargas, Venezuela. Creo que deben parecerse a la muerte física las sensaciones que pude sentir durante un año que duró aquella separación involuntaria.”
“Hundido en la desesperación y el insomnio, reconocí que quien me tenía atrapado entre sus redes, era el monstruo de la pobreza material, aunque espiritualmente siempre he sido multimillonario, gracias al poder de la oración y la fe en Jesucristo y en el Plan de felicidad que Dios ha dispuesto para todos sus hijos e hijas.”
Gracias a mi larga experiencia y activismo socioambiental (desde los 12 años de edad), pletórica de sueños, desvelos, desengaños, éxitos, fracasos, estudio, investigación, diálogos y monólogos intensos, permitieron generar una nueva visión, un nuevo paradigma, que a mi juicio, será capaz de producir el impacto necesario sobre la connotación del propio principio de la soberanía popular o poder originario, la primacía de los deberes y derechos humanos, la pluralidad social e ideológica y la presencia de nuevos actores sociales, premisas éstas que impulsan cada vez más a la búsqueda de la perfectibilidad de los sistemas sociales, con énfasis en la creación de novedosos modelos de intervención política y económica.
En este nuevo enfoque ideológico representado en la idea que fecunda al SAFIC, destaca la importancia de atacar los males sociales en la mente de los hombres; vale decir, en la revisión a fondo del sistema educativo vigente. Examinar su actual visión cultural: creencias y valores. Visión de lo falso y de lo real, de lo justo y lo injusto. Solo una redefinición de la carga cultural del hombre destinada a humanizarlo, podría contribuir a lograr una mejor sociedad, un ser más digno.
Es inaplazable asumir esta titánica tarea y discutir el modelo de hombre que el tipo de progreso actual ha formado; este esquema puramente racional o materialista derivado de la sola aplicación del método cartesiano y, producir una adecuada respuesta sobre lo estructuralmente cultural; trascendiendo el mero enfoque economicista.
El SAFIC plantea como propuesta para la discusión elevada y el concienzudo debate, un nuevo concepto de gobernabilidad, se ha puesto especial énfasis en que para poder avanzar hay que ir a la centralidad de la crisis y esta no se origina tanto en los modelos de sistemas jurídico-políticos o económicos, sino en lo relativo al método socio-cultural en torno al desarrollo intelectual del hombre. Si no se ataca el origen de la crisis, cualquier sistema por más avanzado que sea corre el riesgo de desvanecerse. Si la raíz de esta crisis es humano-cultural y la principal necesidad no es otra que el tener que generar las condiciones adecuadas para ir progresivamente hacia una revitalización ético-moral y espiritual, la respuesta no puede limitarse sólo a las formas. Trabajar por la justicia, la paz real y la dignidad humana, hoy más que antes, demanda que el universo cultural y especialmente el jurídico-político, sean enriquecidos por el derecho natural, por una filosofía de vida legítimamente confiable. La clave de este aspecto obedece a que la ley no sólo involucra decisiones legales sino muy principalmente ético-morales. Lo que está en crisis, además de las formas, es fundamentalmente los valores de lo jurídico, así como de lo ético-espiritual, he aquí la gran preocupación y el titánico reto.
El sistema SAFIC es posible gracias a la interacción sinérgica de tres mega tendencias globalizantes, tales como el Multinivel o Network Marketing, la Ecología Social y la Internet.
Vinimos a esta tierra compitiendo y ganamos la oportunidad de vivir, luchamos sin piernas, sin manos, sin nada de lo que tenemos actualmente y nos apoderamos de la victoria sin miedo, sin temor, sin pensamientos negativos, sin limitaciones. Estamos aquí para tener éxito. SAFIC es sinónimo de éxito.
Ni la pobreza material, ni la espiritual, se hicieron para nosotros, tal vez una vez la aceptamos y nos quedamos con ella resignadamente, pero ya es tiempo, ya llegó el momento de que saquemos la pobreza, tanto material como espiritual de nuestras vidas y primeramente hagamos cambios interiormente para que luego lo exterior tome forma de éxito, de victoria, de alegría, de felicidad. Esa es la razón de ser de SAFIC.
¡Bienvenido a tu casa!
Juan Eliécer Ramírez
Pdte. y fundador de SAFIC
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