martes, 13 de abril de 2010

Ser y hacer la historia

Siento una profunda tristeza, la misma que embarga a la gran mayoría del pueblo venezolano, por la frustración e impotencia que genera la arbitrariedad, la violación flagrante de nuestro derecho universal a la libertad de expresión, expreso mi gratitud al Creador por el maravilloso privilegio de ser protagonista de este momento histórico y por contribuir a registrar parte de ella mientras se pueda. Aunque el olor y el comportamiento simio eran evidentes, comenzó sin mostrar el rostro del gorila, que “ahora” se ufana, micrófono en mano, de su hazaña revolucionaria. Ahora ya no existe ningún resquicio de dudas, conocemos de frente y de perfil a nuestro adversario, eran lógicas las razones para enfrentarlo, pues valiéndose de la buena fe de las instituciones, de las leyes y de un pueblo que sediento de cambios y verdaderas transformaciones en democracia y libertad, le dio el más grande respaldo que se le haya dado a opción alguna en Venezuela, desviándose luego del camino para conducirnos a la imposición de un modelo trasnochado de autocracia militarista, disfrazada de socialismo del siglo XXI.
Samuel Huntinton escribió que “algunos dictadores como Marcos, Ceausescu, Somoza, Duvalier, Mobutu y Sha, ejemplarizan el modelo Weberiano de régimen sultánico, caracterizado por el clientelismo, nepotismo, amiguismo y corrupción”. Estamos en presencia de escenarios donde, a través de legítimos mecanismos democráticos, un gobernante electo puede obtener el poder total y en consecuencia estar en capacidad de legalizar, desde una supuesta democracia de micrófono y de papel cualquier modalidad de sistema de gobierno. Muestra al mundo la verruga de su oprobioso régimen personalista y militarista; la corrupción sin límites, su pésima gestión, las muertes violentas, la inseguridad inaguantable, el entierro de la descentralización, la escasez de alimentos, la violación de los derechos humanos, la existencia de presos de conciencia, la pretensión de quedarse en el poder indefinidamente y un PSUV con pensamiento único, inscribiendo bajo viles amenazas a los empleados públicos, contrario a la pluralidad de la democracia. La incontinencia verbal del gorila mayor, que se siente fuerte, mientras esté rodeado de los anillos de seguridad cubanos, ha dejado al descubierto su objetivo de incrementar, apuntalado por la ausencia de poderes públicos imparciales y la impunidad reinante, la hoy nutrida hegemonía comunicacional del oficialismo. Chávez sigue al pie de la letra el guión del totalitarismo, nada inédito, el mundo ya conoce de sus calamidades, perversiones y miserias, potenciado por los vicios del poder absoluto. Le quitó la autonomía al CNE y lo convirtió en un obsecuente instrumento del régimen, obturando una salida democrática y pacífica, pues modifica las normas electorales para evitar la barrida, la cual luce inevitable. No contamos con una oposición seria y responsable, pero si con una disidencia mayoritaria, que se convertirá en vanguardia de las luchas sociales cuando asuma su rol histórico. Creo que el momento está llegando. Desde el nuevo liderazgo emergente que representamos seguiremos construyendo un camino, conociendo los riesgos que ello conlleva y apegados a nuestros valores cristianos, al amor que sentimos por la familia, por nuestra querida Venezuela y más especialmente por nuestro obstinado deseo de ver a nuestro noble pueblo salir del estado ruinoso en se encuentra, gracias a la robolución bonita.

1 comentario:

  1. El Movimiento Ecológico de Venezuela está llamado a transformar (es su esencia) a esa disidencia de ciudadanos para enfrentar este sistema autoritario que quiere imponer el inquilino de Miraflores frente a un escenario con público de mamíferos que con vítores rediculizan la historia contemporánea de Venezuela, porque sin aplausos se caería el telón y el único en reír sería el dueño de la verruga, quedando con las tablas en la cabeza.

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